¡Al rico melón, a cala y a prueba!
En casa cuando se pedía melón por la noche, siempre se escuchaba la frase: Por la mañana oro, por la tarde plata, por la noche mata. Lo que venía a ser como que no.
Lo cierto es que el melón en verano apetece a cualquier hora, ya sea en el desayuno, como postre o entre horas. Su alto contenido de agua la sitúa entre las frutas a por las que vas directo cuando abres la nevera en casa después de hacer deporte o en esos días de bastante calor.
Como sucede con todas las frutas, también es una fuente de vitaminas y minerales. Es una fruta rica en vitamina A, C y B (B6 y B3) y en hierro, manganeso y potasio. Así que sus propiedades también son muchas, desde ayudar a alargar la vida por su riqueza en antioxidantes, hasta ayudarnos en la cicatrización de heridas, roturas de huesos, metabolización de los hidratos y las grasas, etc. También es una fruta muy hidratante y con efecto diurético.
En Las Lindes Alimentación Ecológica tenemos la suerte de que Diego y Arantxa, de Yaganat, nos provea de ricos y dulces melones “piel de sapo” ecológicos traídos de Castilla La Mancha.
Podemos tomarlo solo, en macedonia con otras frutas, combinado con jamón, con queso mascarpone, en batido con otras frutas y verduras, o como en esta receta que nos ha enviado Mabel en la que es el ingrediente principal para hacer una Sopa fría de melón.