Embotado de tomate frito casero
Conserva de Tomate ecológico frito
Los tomates de las huertas tienen estas semanas sus picos de producción y es cuando nos llegan los tomates maduros que podemos aprovechar para embotar. Disfrutar todo el año de una rica salsa de tomate frito ecológico hecho por nosotros es todo un lujo. Si quieres saber cómo prepararlo, a continuación te lo contamos.
En Cantabria, como en otras zonas, es habitual embotar las hortalizas de la huerta. Todo lo que entra en un bote de conserva, es mucho más que el tomate, que ya de por sí es un tesoro. Así lo veremos cuando acudamos a la despensa en los meses de otoño e invierno y tengamos un producto de la máxima calidad hecho por nosotros.
Precisamente de los libros El agricultor autosuficiente y La vida en el campo de John Seymour salen estás técnicas de embotado. Con esta receta de tomate frito casero tendremos la base para preparar múltiples salsas.
Ingredientes:
Tomate ecológico maduro (como referencia de rendimiento, con 2 kg de tomate aproximadamente, obtendremos unos 4-5 botes de tamaño mediano-pequeño)
Aceite de oliva virgen extra
Sal fina
Azúcar (opcional)
Utensilios:
Una sartén o cazuela ancha y grande (va a depender de la cantidad de conserva que queramos hacer)
Un chino o pasapurés
Un cazo y un embudo
Botes limpios y tapas nuevas
Una cazuela grande para hervir los botes
Esterilización:
Los botes de cristal podéis comprarlos nuevos o reutilizar los que hayáis ido guardando. Lo importante es que si son usados estén muy bien lavados y que las tapas sean nuevas.
Una parte fundamental del proceso es esterilizar bien tanto los botes y las tapas en los que vamos a embotar el tomate, como los utensilios que vayamos a utilizar.
Embotar no requiere de técnicas complicadas, lo que sí se necesita es una buena organización, tanto para que el proceso no se eternice como para que nuestra cocina no acabe convertida en un caos. Lo mejor es hacerlo entre varias personas y montar una especie de cadena de embotado. Es más entretenido y cada persona se centra en una tarea, por lo que no hay que estar yendo de una cosa a otra, limpiándose las manos constantemente, etc. Ya sabéis, organización.
Preparación:
Lavamos bien los tomates y les quitamos la parte del tallo con un cuchillo. No hace falta pelarlos porque después los pasaremos por el pasapurés después de freírlos para quitarles todos los restos de piel y las semillas.
Si tienes un robot de cocina, los vamos troceando y los trituramos a una velocidad no muy alta. A continuación, ponemos el tomate en una cazuela con un chorro de aceite.
Si no utilizamos robot, troceamos los tomates en trozos medianos y los ponemos en la cazuela con el chorro de aceite. No hace falta añadir mucha cantidad.
Salamos y lo vamos cocinando a fuego lento. El tiempo va a depender del tamaño de la sartén o cazuela, del fuego y de la cantidad de tomate que pongamos. Calcula entre 2 y tres horas. Lo importante es ir removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue.
El tomate tiene mucha agua y por lo tanto una merma importante. Verás como la cantidad se va reduciendo conforme pasa el tiempo de cocinado.
Estará listo cuando creas que tiene el toque que te gusta, según el uso que pienses darle. Si la dejas menos hecha, te servirá para preparar más tipos de salsas y te llevará más tiempo tenerla lista que si la dejas muy hecha, que casi será abrir y servir.
Una vez hecha y templada la salsa de tomate frito, la vamos pasando a chino o pasapurés y la colamos a otro recipiente limpio. La textura del chino depende de también de tus gustos, más pasada o mas grumosa.
Paciencia para esta fase, ya que habrá que limpiar y lavar varias veces el chino ya que se llenará de pieles.
Embotado:
Una vez que tengamos la salsa colada, podemos empezar a rellenar los botes. También podemos dejarla reservada en la nevera para embotarla en otro momento, al día siguiente, por ejemplo, pues no conviene dejar pasar mucho tiempo. Es importante llenar los botes casi hasta el borde, para que el vacío se haga más fácil. Cubrir la salsa con una capa fina de aceite ayudará a su conservación.
Los iremos poniendo en posición vertical dentro de la olla. Para evitar que se puedan golpear mientras hierven, podemos poner un paño de cocina entre ellos. Deben quedar cubiertos de agua unos tres o cuatro dedos por encima de los botes.
Los tendremos hirviendo al baño maría durante 20 minutos o media hora, para asegurarnos que se hace correctamente el proceso de vacío.
Pasado este tiempo, y cuando se haya enfriado un poco el agua, vamos sacando los botes y los colocamos boca abajo sobre el trapo donde los teníamos y los dejamos que enfríen. Si alguno no ha quedado bien cerrado podremos darnos cuenta por que se saldrá el líquido. Si te ha pasado con alguno, utilízalo en los próximos días.
Una vez fríos, ya los tenemos listos para guardar en la despensa. Y disfrutarlos cuando nos vaya apeteciendo.
Dos consejos que nos han gustado:
Si queréis podéis ponerle un poco de azúcar al hacer el tomate para quitarle un punto de acidez, aunque siguiendo la receta no queda ácido y creemos que no es necesario.
Si antes de guardarlos les ponemos la fecha de envasado, aunque se mezclen con otros podremos consumir antes los más antiguos.
Yo le suelo echar una zanahoria si son ácidos los tomates para endulzar, hago lo mismo con el gazpacho, y si la zanahoria es morada el resultado (color) es sorprendente. Y los emboto en la hoya a presión. A veces se separa la parte más espesa de las más aguada de la salsa, pero no pasa nada.
Que interesante Mabel utilizar la zanahoria para endulzar.